La presentación de las fiestas de Santa Isabel de Lugones, que se celebran este fin de semana, derivó ayer en un improvisado debate sobre el «botellón». A favor de esta práctica opinaron el alcalde de Siero, el socialista Juan José Corrales, y los jóvenes integrantes de la comisión organizadora de los festejos. En contra, aunque no de forma radical, la concejala de Cultura, Rosa Valle, también del PSOE.

El debate lo abrió Corrales durante una intervención para valorar el programa de las fiestas y, más concretamente, la ruta y la concentración de rechazo a la denominada ley Antibotellón, prevista para las ocho y media de la tarde del viernes. El regidor anunció que, si le es posible, acudirá a esa cita.

Corrales aseguró: «Me parece muy bien que la gente se manifieste en temas como el del “botellón”, que aquí, en Siero, no tiene las connotaciones que puede tener en ciertos barrios o plazas de grandes ciudades».

Es más, el alcalde sierense añadió que, si la ley Antibotellón ­que prohíbe la ingestión de alcohol en la calle­ se aplica en la región al mismo nivel que en otras zonas del país, «puede convertirse en represora y dañar una de nuestras costumbres más ancestrales y sanas, como es el beber sidra en la calle», manifestó.

La edil Rosa Valle, a la vista de las declaraciones del regidor, no pudo evitar preguntar a los numerosos jóvenes que acudieron al acto de presentación de las fiestas si no consideraban que es posible divertirse sin emborracharse. Valle, que reconoció que «si bebo un culete de sidra ya estoy mareada», recibió cumplidas explicaciones de los miembros de la Comisión de Festejos: la concentración «antibotellón» de las fiestas de Santa Isabel de Lugones se organiza para borrar la mala imagen que se está transmitiendo de esta práctica y para demostrar que no es sólo una forma de emborracharse por cuatro euros, sino un modo de relación entre los jóvenes «tomando algo». Es más, los organizadores de los festejos recordaron a Valle que «mucha gente acude a los botellones y no bebe nada».